octubre 13, 2015

Carta de Amor 627

M.A.C.
13/11/2014


Constantemente me preguntas el por qué siento todo esto por ti y me quedo pensativa, pues son tantos detalles y a la vez cada uno de ellos es tan hermoso, sublime e increíblemente suficiente para sembrar en mi las ganas más tiernas de hacer lo que jamás hice por nadie y de aniquilar cualquier sentimiento de ira con facilidad.
Desde que llegaste desconozco lo que es soledad, y es por esa magia que tienes para hacerme sentir especial, reír y robar mi alma en cada bes.

Tú me alegras el día aun cuando no estas, con el solo hecho de recordar la forma en que me miras como si yo fuera un ente único iluminado por estelas repletas de luz.


Gracias por entregarme tu compañía,
Yo también te quiero para toda la vida.

Me siento a diario en deuda contigo por toda la felicidad que me das
yo quiero verte por siempre feliz, desterrar tu pesares 
y estar allí junto a ti cuando se acerquen las cosas inevitables
o lo cotidiano se salga de control.

Tú me sacas de quicio con tanta frecuencia, me enloqueces desesperadamente
comprendo es lo que necesitaba pues nunca en mi sano juicio fui tan feliz.


Pág. 2

Dicen que te das cuenta cuando estás enamorado cuando puedes observar pacientemente 
por largo rato a la otra persona mientras duerme. 
Aun no sé si descartar esta teoría pues será estoy de cuan enamorada me tienes 
y me inquieta en una magnitud enorme verte tan tranquila, dulcemente descansar, 
ver tus labios reposar solo invitan a besarlos más, 
te noto tan concentrada que me lleno de celos y me provoca adentrarme en tus sueños, 
protagonizar esos deseos ocultos y hacer de ellos tu realidad y la mía 
por los infinitos instantes en que habitemos los brazos de Morfeo.

He hecho de mi piel mi hogar, mi asilo, mi fuente de calor ante la brisa de la noche, 
el idílico fin donde desato mis más íntimos deseos de sexo y pasión,
porque tus ojos desnudan más que mi cuerpo... mi alma
y tus manos acarician más que mi piel, estimulan mi mente
y salen a flote mis secretos, no hay más nada que ocultar
soy toda tuya.

Te invito a que tomas mi mano, abandones el temor y te desvistas de la duda.
Te invito a que seamos solo una tu y yo por un tiempo tan corto como el infinito.


Anexo

Si aún buscas la razón de mi querer;
pregúntale al mar porque aun siendo tan inmenso siempre se rinde ante la orilla,
el hielo al calor, mi aliento a la brisa que emana de tu sonrisa.

Bien dices no es necesario un porque, para mi basta con que así sea
pues no concibo para mí una vida mejor que tu futuro y el mío escritos en una misma página.


No hay comentarios:

Publicar un comentario